Un día en el Conservatorio

Y os preguntaréis: bueno, ¿y cómo es un día en el Conservatorio de Danza?
Pues para empezar, cada día es único. En eso consiste el ballet, en que aunque todos los días repitas el mismo paso hasta la saciedad, las ganas de mejorar hacen que nunca repitas el mismo paso dos veces. Cada movimiento es único. De eso precisamente nos hablaba nuestra profesora ayer: de que para ser un buen profesional de la danza, hay que ser extraordinario, sensacional, excepcional. No vale quedarse siempre en el mismo nivel, hay que tener ambición por mejorar. Si no, no se llega muy lejos. Hacer un plié implica mucho más que simplemente doblar las rodillas. Supongo que las que hagáis ballet me entenderéis.

En el Conservatorio, tenemos diferentes asignaturas: Danza Clásica, Puntas, Repertorio (mi favorita), Danza Contemporánea, Preparación Física y Música.
Hacemos entre tres y media, y cuatro horas diarias. También tenemos clase los sábados, porque ensayamos el festival de fin de curso o las diferentes variaciones.
Repertorio es claramente mi asignatura favorita. Consiste en bailar variaciones famosas, meterte en el papel, sentirte una pequeña bailarina famosa. Este año hemos hecho: Giselle (campesinas y willis), Paquita y el pas de quatre del lago de los cisnes (los cuatro patitos). Me han encantado todas, no sé si me quedaría con Paquita o con los patitos.

Clase de contemporáneo (parte de suelo)

Variación de los cuatro patitos (por supuesto, no soy yo, pero este es un momento del baile)
Me encanta esta variación, las cabezas, los pasos, la originalidad... Además se necesita trabajar en equipo, ya que si una se equivoca desestabiliza al resto. Por no hablar del fondo que se necesita...

 Una de las poses más típicas del cuerpo de baile de Paquita. Este ballet me apasiona porque tiene un aire muy español, juguetón y divertido, de hecho la historia se basa en la época de la Guerra de la Independencia, en Zaragoza. Es un ballet para disfrutar.

Variación de las willis de Giselle. 

Este es el vídeo de la variación completa. Lo que me pareció más difícil fue mantener el equilibrio sobre la punta, conservar la expresión lúgubre y los fouettes del final. La pieza está representada por la Opera de Paris. Que lo disfrutéis!